sábado, 5 de septiembre de 2009

IDENTIDAD

SOBRE LA IDENTIDAD DE LOS JUDIOS ARGENTINOS

Gustavo Cangiano

En Clarín del martes 28 de julio, escribe el ex presidente de la AMIA, Luis Grynwald, una nota titulada “¿Cómo es realmente un buen judío?”. Es una nota en respuesta a las críticas del actual presidente de la AMIA a los judíos que fueron al acto del sábado 18 de julio , violando las prescripciones religiosas sobre el sabath. Pero lo que nos importa a nosotros es algo que Grynwald dice en un párrafo, recordándole al actual presidente de la AMIA que “él representa a todos los miembros de la comunidad: a laicos, conservadores, ateos, seculares y ortodoxos por igual”.

Que haya judíos laicos, conservadores, seculares y ortodoxos resulta comprensible. Pero… ¿judíos ateos? ¿Qué clase de judío es un judío que no cree en Dios? No cabe duda que considerar que hay judíos ateos supone una caracterización del judaísmo como algo diferente de una entidad religiosa. Grynwald expresa a los sectores de la comunidad judía más o menos “progresistas” que en las últimas elecciones fueron desplazados por la actual conducción conservadora y religiosa encabezada por el presidente Guillermo Borger. Los “conservadores” objetan a los “progresistas” algo elemental: si alguien se considera judío, debe cumplir con las prescripciones impuestas a los judíos por la religión judía. Podrá discutirse en particular la pertinencia de cada una de las prescripciones (como el respeto del sabath). Pero una de esas prescripciones es indiscutible: un judío debe creer en Dios. En este punto, sucede a los judíos lo mismo que a los católicos o a los musulmanes. ¿Dónde se ha visto un musulmán ateo? ¿Dónde se ha visto un católico no creyente?

A no ser, cabe reiterar, que los judíos sean algo diferente que una comunidad religiosa. Pero si el judaísmo no es una religión? ¿Qué es? Los “alosemitas” han tenido siempre a mano una respuesta: los judíos constituyen una raza diferente de otras razas, o una etnia diferente de otras etnias, o un pueblo diferente de otros pueblos, o una nación diferente de otras naciones. Si esto fuera cierto, entonces un judío argentino no sería enteramente argentino. Sería un individuo que aunque haya nacido en Argentina y aunque viva en Argentina pertenecería a otro pueblo u otra nación. No hace falta ser antisemita para proponer, a partir de este supuesto, que ciertos derechos políticos deberían ser recortados a los judíos, dada su condición de extranjeros.

Quienes rechazamos el “alosemitismo” (tanto en su versión antisemita como en su versión filosemita), debemos sostener, en cambio, que una persona judía es una persona que profesa la religión judía. La “judeidad” interpela a un individuo en la dimensión religiosa de su identidad, y no en la dimensión nacional o étnica. En consecuencia, un judío puede perfectamente ser argentino, pero no puede ser católico, musulmán o… ateo.

El “derechista” Borger tiene razón contra el “progresista” Grynwald. Pero en lo que respecta a los argentinos, el debate es importante porque en su trasfondo aparece la política identitaria con la que el imperialismo pretende erosionar la unidad nacional-popular con la que los países oprimidos se defienden de sus opresores.

Con la bandera de los “derechos humanos” y de las “políticas de la diversidad”, debidamente manipuladas, los imperialistas quieren que los argentinos y los latinoamericanos no nos reconozcamos como argentinos y como latinoamericanos sino como judíos, como aymarás o como mapuches. Es decir, quieren que la identidad nacional que se nutre de un pasado en común, estalle dejando al descubierto todos sus componentes parciales y multidimensionales, para que de ese modo no haya un futuro en común. Porque si uno pertenece a la “nación judía” (o a la “nación mapuche” o a la “nación aymará"), entonces Argentina o Latinoamérica no son el “nosotros” sino que son el “otro”. Y cuando nosotros (los argentinos o los latinoamericanos) nos convertimos en el “otro”, entonces el auténtico otro (el imperialismo) empieza a convertirse en parte de “nosotros”.
Info: Carta Argentina y Socialismo Latinoamericano
Envio de Daniel Rocca
Fuente: Red Patriótica Argentina

3 comentarios:

  1. NI SE COMO LLEGUE A ESTA PAGINA. STOP. Judio es una nacionalidad no una religiòn. La religion es hebrea. Yo soy argentino ateo. Y un amigo medio loco es judio tambien ateo. Y los dos somos peronistas. brrrrrrrrrr. que miedito. chau gorilas. ustedes son chupasirios, en la unidad basica lo unico que chupamos es tiiiinto!!! jajajaja aguante Cristina!!! Aprovechen a contestar loco, nadie les escribe!! Con quien se pelean???

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  2. flaco le pifiaste mal... la religion es el judaismo y hebreo es el pueblo o el idioma...
    si hubieses revisado algo el blog verias que soy peronista de peron, no soy ni chupa sirios, ni lame botas, y mucho menos le chupo la cajeta a cristinita... gil!

    el gaucho infernal

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  3. Excelente artículo!!!

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